COMIDA PARA LOS INVITADOS




Cuando ofreces algo a tus invitados en tu hogar, ¿suele ser lo peor que tienes o lo mejor?
Siempre que he ido a un hogar para reparar un equipo o para dar algún tipo de soporte o consultoría, me han recibido muy bien, me han invitado a comer y me han dado lo mejor que tienen.

Y es que cuando alguien es agradecido, suele dar lo mejor de sí y hasta aún más de lo que puede, porque eso es su carta de presentación, no hay nadie que reciba a sus invitados fuera de casa esperando que se vayan pronto a no ser que suceda ciertas circunstancias que escapen de sus posibilidades y en este caso se suele disculpar.

Existen otros casos en que cuando recibes visita que no invitaste, sueles dar lo que tienes porque no has preparado nada.

Pero con Salomón no fue así, Salomón siempre tuvo mucho que dar en su reino, siempre estuvo lleno de abundancia en su reino, esto es muestra de sabiduría, y es que no solo derrochaba sus bienes, sino que los invertía sabiamente.

Al tener tanta abundancia pudo beneficiar a todo su entorno, esto muestra que no era avaro ni egoísta, muchas veces cuando recibía alguna visita, había tanto para dar que siempre generaba sorpresa y no solo por su sabiduría sino por todo lo que sucedía en su entorno.

No era mezquino, sino por el contrario, daba mucho de sí y siempre tenía más, esto es algo que muchas veces no entendemos y creo que no es necesario entenderlo porque Dios da en abundancia al que tiene y reparte.


La reina de Sabá fue a visitar al Rey de Israel y quedó sorprendida con todo lo que vio.
1 Reyes 10:1 Cuando la reina de Sabá escuchó hablar de lo famoso que era Salomón, y que su sabiduría se debía al gran poder de Dios, decidió ir a visitarlo. Ella quería hacerle preguntas difíciles para ver si era tan sabio como decían. 2 Llegó a Jerusalén acompañada de sus consejeros y con camellos cargados de perfumes, y gran cantidad de oro y piedras preciosas.

Cuando se encontró con Salomón, ella le hizo todas las preguntas que había preparado. 3 ¡Y Salomón las contestó todas! No hubo nada que el rey no pudiera explicarle.

4-5 La reina quedó maravillada al ver lo sabio que era Salomón. También tuvo tiempo para admirar la hermosura del palacio, la rica comida que servían a la mesa, los asientos que ocupaban los asistentes, el aspecto y la ropa de todos los sirvientes y, en especial, la de los que servían el vino al rey. Se asombró al ver todos los animales que el rey daba como ofrenda en el templo de Dios.

¿Administras tus bienes con sabiduría o lo derrochas descuidadamente?

Gracias por leer, Dios te bendiga.

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