¿Si te digo que "NO PUEDES" que me respondes?

Cuando una persona ya es muy anciana y ya no le queda fuerzas para hacer lo mismo que cuando era joven, lo mejor que puede hacer es usar su sabiduría y vasto conocimiento.

No hay forma de saber cuándo nos llegará el momento en que nuestros músculos y huesos dejarán de ser fuertes, o que nuestros ojos dejarán de darnos imágenes claras, la edad siempre avanza y no se detiene, los años aumentan y cada segundo es importante para vivir y agradecer por la vida que Dios nos ha dado, para reconciliarnos con todos nuestros seres amados, para amar a los que nos odian, para perdonar, para pedir perdón, para disfrutar la vida y el aire que respiramos por más contaminado que se encuentre.

La vejez es un privilegio que pocos disfrutan ya que es la acumulación de todas tus decisiones la que te llevará al disfrute o a la lamentación de la misma, nunca será tarde para tratar de mejorar actitudes, reacciones, acciones, pensamientos, los fracasos nunca deben derrumbarte sino por el contrario, deben animarte y desafiarte, deben hacer que tus metas y objetivos se fortalezcan y se reafirmen porque la experiencia es un valor incalculable.

Al rey David no le fue muy bien en su edad adulta, pero a pesar de todo, pudo llegar a viejo y decir: “¡Bendito sea el Dios de Israel, que me permitió ver a uno de mis hijos sentado en mi trono!”

Jamás debemos darnos por vencidos por más que estemos en la edad adulta, jamás debemos decir ya no puedo más para referirnos a la rendición, sino para darnos un pequeño descanso para después ir con todo hacia la meta u objetivo.

Rendirse no es una opción.

1 Reyes 1

1 El rey David era muy anciano y, aunque lo cubrían con muchas cobijas, no se le quitaba el frío.

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46 Salomón ya ocupa el trono del rey, 47 y todos los funcionarios del reino han ido a felicitarlo. Todos le decían: “¡Que Dios haga el reino de Salomón más grande que el de David!”

»El rey David se arrodilló junto a su cama y adoró a Dios, 48 diciendo: “¡Bendito sea el Dios de Israel, que me permitió ver a uno de mis hijos sentado en mi trono!”

Disfruta lo que haces y hazlo siempre con lo mejor de ti porque Dios te ha puesto en este mundo, con un propósito único que solo tu podrás hacerlo y nadie más lo hará por ti.

Gracias por leer, Dios te bendiga.

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