El papá perfecto

Durante 13 años de mi vida tuve a mi padre cerca y durante esos años temí a mi padre, no era respeto solamente sino temor entremezclado.

A los 13 años mis padres se separaron y ese temor originó en mí odio y rencor hacia mi padre, a los 17 años tuve un cambio rotundo en mi vida ya que acepté a Cristo como mi Señor y Salvador del infierno, aunque para ser sincero siempre consideré que vivir en casa con mi padre ya era un infierno.

Pude tener una conversación sincera y honesta con mi padre a los 17 años y le perdoné todo lo que hizo, también le pedí perdón por todo lo que tenía en mi interior contra él.

Todo esto me lleva a pensar lo difícil que debe ser cumplir el rol de padre cuando no has sido formado, aunque nadie lleva un curso para ser padre, tampoco es medible de ningún modo, solo los frutos dan a conocer el resultado aunque en este caso fue mi madre la que estuvo cerca a mi siempre y no mi padre ya que viví alejado de él mucho tiempo.

Bueno a lo que quiero llegar es que ser padre no es solo procrear sino tener la verdadera hombría de hacerse responsable de sus actos, absolutamente todo lo que hacemos tiene consecuencias y toda persona debe estar en la capacidad de hacerse responsable.

David tuvo muchas experiencias, fracasos, victorias, etc. y tuvo el gran privilegio de poder darle un gran consejo a su hijo antes de morir.

Yo quisiera poder darle todos los consejos que estén a mi alcance a mis hijos, quisiera ser el padre ejemplar para ellos y no cometer ningún error, pero ahora sé que soy un ser humano con muchísimos defectos y que aún me falta mucho para ser ejemplo a seguir, pero se que Dios me hará un padre conforme a su voluntad siempre y cuando no deje de pedir o mejor dicho empiece a pedirle por ello.

¿Alguna vez le has pedido a Dios que te ayude a ser un padre conforme a su voluntad?
Si ya eres padre todavía puedes hacerlo, aunque ya tengas nietos.
Si estás pensando en serlo, te recomiendo que lo hagas.
Si ya está en camino, te recomiendo que lo hagas con urgencia.

1 Reyes 2:1-2
Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a Salomón su hijo, diciendo:
Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre.

Gracias por leer, Dios te bendiga.

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