Ese Sheen

Cuando somos niños, siempre papá y mamá nos enseñan a respetar a las personas, saludar a nuestros mayores y no interrumpir cuando los adultos están hablando. La formación que nos dan nuestros padres o tutores siempre es la de respeto hacia los demás, también nos enseñan los famosos "por favor" y "gracias" que son palabras muy importantes en nuestra vida desde ese momento. A medida que vamos creciendo, cada persona tiene sus propias experiencias, sus propias vivencias y siempre esta en constante aprendizaje, en algún momento de la vida se nos olvidan ciertas cosas, por lo general comienza con el "por favor" y luego con el "gracias" o viceversa. Lo importante de todo esto es el recordarlo y no poner excusas cuando nos observan que nos hemos olvidado estas cosas tan simples y sencillas, pero muy importantes para las relaciones interpersonales. Y es que cuando crecemos en todos los aspectos, siempre está la tendencia humana a d

Tenerlos de nuestro lado es lo mejor. Cuando inicias un liderazgo es muy importante mantener a los aliados de tu lado y no desecharlos, porque no sabemos cuándo necesitaremos su ayuda. En una época conocí a un líder que asumió un cargo muy importante y tenía la función de dirigir a un grupo humano grande y a otros líderes, este personaje tenía un vasto conocimiento y era muy admirable, su experiencia en la materia de estudio de esta comunidad era notoria y podías confiar en que te daría la información más verás de todas, pero había un gran problema con él, y era que no tenías forma de acercarte con confianza y familiaridad. Al poco tiempo de su inicio de funciones el 70% del liderazgo a su cargo comenzó a abandonar y la comunidad comenzó a reducir el número de sus participantes, ¿Qué era lo que pasaba?, ¿Por qué sucedía esto?, luego de un tiempo se descubrió una causa que es mantuvo reservada, la causa eran "celos", cuando había un líder que hacia las cosas m

La era de las máquinas ha pasado, hoy es la era de la nube, todo lo encuentras en internet y el conocimiento está a la orden del día. No hay manera de no conocer algo de interés por mucho tiempo, siempre puedes encontrar la información a un clic de distancia. Pero no puedes encontrar sabiduría en la nube sino que puedes pedírsela a Dios, es muy impresionante lo que puede hacer una persona con basto conocimiento, es extraordinaria una persona que tiene una gran inteligencia, pero una persona con sabiduría trasciende y perdura en el tiempo, tenemos un caso práctico en Salomón quien al darle mayor importancia a la sabiduría obtuvo todo lo que una persona podía desear. 1 Reyes 4 29 Dios le dio a Salomón sabiduría, inteligencia y gran capacidad para comprenderlo todo. 30-31 Fue más sabio que todos los sabios de Mesopotamia y Egipto. Por ejemplo, fue más sabio que Etán, el de Zérah, y que los músicos Hemán, Calcol y Dardá. Era famoso en todas las regiones de alrededor. 32 Escribi

No hay nada en este mundo que supere a la sabiduría. Ni la fama, el dinero, ni cualquier otra cosa existente en este mundo puede superarla, es lamentable como puede una persona buscar todo aquello que está muy por debajo de ella y hasta invertir la vida entera para morir sin alcanzar ni la milésima parte de aquello que busca. La sabiduría es un don otorgado por Dios y solo aquellos a quienes Dios quiere darles una pequeñísima parte de esta, son los sobresaliente en esta sociedad y en todas las existentes en cualquier tiempo. La sabiduría atrae todas las demás cosas necesarias en abundancia y es ahí donde la sabiduría corre el riesgo de alejarse de aquella persona que recibió tan valioso don, ya que una persona común y corriente tiene enormes fortalezas y enormes debilidades las cuales están estrechamente relacionadas con el carácter. El carácter de una persona puede llevarle a mantener la sabiduría por sobre todo bien material y gozar de ellos o puede llevarle a alejar

Durante 13 años de mi vida tuve a mi padre cerca y durante esos años temí a mi padre, no era respeto solamente sino temor entremezclado. A los 13 años mis padres se separaron y ese temor originó en mí odio y rencor hacia mi padre, a los 17 años tuve un cambio rotundo en mi vida ya que acepté a Cristo como mi Señor y Salvador del infierno, aunque para ser sincero siempre consideré que vivir en casa con mi padre ya era un infierno. Pude tener una conversación sincera y honesta con mi padre a los 17 años y le perdoné todo lo que hizo, también le pedí perdón por todo lo que tenía en mi interior contra él. Todo esto me lleva a pensar lo difícil que debe ser cumplir el rol de padre cuando no has sido formado, aunque nadie lleva un curso para ser padre, tampoco es medible de ningún modo, solo los frutos dan a conocer el resultado aunque en este caso fue mi madre la que estuvo cerca a mi siempre y no mi padre ya que viví alejado de él mucho tiempo. Bueno a lo que quiero llegar es qu

Cuando una persona ya es muy anciana y ya no le queda fuerzas para hacer lo mismo que cuando era joven, lo mejor que puede hacer es usar su sabiduría y vasto conocimiento. No hay forma de saber cuándo nos llegará el momento en que nuestros músculos y huesos dejarán de ser fuertes, o que nuestros ojos dejarán de darnos imágenes claras, la edad siempre avanza y no se detiene, los años aumentan y cada segundo es importante para vivir y agradecer por la vida que Dios nos ha dado, para reconciliarnos con todos nuestros seres amados, para amar a los que nos odian, para perdonar, para pedir perdón, para disfrutar la vida y el aire que respiramos por más contaminado que se encuentre. La vejez es un privilegio que pocos disfrutan ya que es la acumulación de todas tus decisiones la que te llevará al disfrute o a la lamentación de la misma, nunca será tarde para tratar de mejorar actitudes, reacciones, acciones, pensamientos, los fracasos nunca deben derrumbarte sino por el con

A veces cuando damos un regalo, nos esforzamos al máximo para darle lo mejor a esa persona especial, pero cuando se trata de un regalo por compromiso no es necesariamente un esfuerzo máximo lo que hacemos ¿Verdad? Dar algo es muchas veces sinónimo de valor, cuando compras algo das dinero, cuando regalas algo das algo de valor (hasta un abrazo tiene valor), pero hay algo más allá del valor y es el corazón con lo que ofreces. El valor puede aumentar o disminuir monetariamente, pero lo material no siempre va a reflejar el verdadero valor de lo que damos, la intención de tu corazón, lo más profundo de ti, eso es lo que realmente le da valor a las cosas. Quizá para el pensamiento materialista no importe nada las intenciones al momento de realizar una transacción monetaria, y es cierto desde ese punto de vista, porque una casa no te va a costar barato si solo lo sientes desde muy adentro de ti, pero lo que en realidad va a valer al final de todo es lo que ocasione en ti. No es lo